Bamba, un vendedor senegalés del mercadillo de 34 años, nos ha concedido una entrevista.
Nos ha contado que vino en una patera desde su país, hace ya 9 años, teniendo que dejar a su familia atrás. Sin embargo, él venia en busca de un futuro mejor porque su hermana sufría un problema de corazón y allí no disponían de medios. Todos los meses, él manda a su familia dinero para ayudarles económicamente. Aunque en Senegal, el problema no es que falte dinero, sino que los personas que disponen de dinero en lugar de ayudar a los más desfavorecidos se ayudan entre ellos.
Le hemos preguntado sobre los talibes, los niños con los que estamos colaborando, y que si los conocía. Aunque no están muy extendidos en Senegal, sí conocía las condiciones en las que viven: sin medios económicos para vivir dignamente.
Su gran sueño sería volver a su país para reunirse con su familia, aunque sabe que el sacrificio que está realizando es vital para asegurarles una vida mejor.
Nos hubiera gustado hacernos una foto con él pero ha preferido no salir en Internet. Sin embargo, queremos agradecerle el que nos haya atendido y respondido a todas nuestras preguntas.
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